lunes, 27 de octubre de 2008

TIEMPOS ANTIGUOS DE ANGOLA
LOS PUEBLOS Y SUS COSTUMBRES

LOS
MUQUANDOS Y MUSQUISCES

Muquandos- Así se denomina a un pueblo nómada que habita en las montañas del Dombe (cerca de diez léguas para el sur de esta ciudad) en el centro sur-oeste de Angola, y en todo el espacio que bordea la costa atlantica hasta casi llegar a la ciudad de Mossamedes y por el interior hasta los montes del Vanho, cerca de Quilengues. Se distinguen dos ramas de este pueblo: Los muquisces, que habitan el litoral y los muquandos própriamente ditos que habitan en el interior.
Estos últimos tienen su jefe, ó regulo, por ellos conocido como "soba", y son dueños de gran numero de esclavos y de ganado vacuno y caprino, cuya leche les sirbe de alimiento bien como la miel, frutas y raices silvestres y en especial la caza; yamás matan a sus bueys para su alimiento, y solamente lo hacen cuando lloran a alguno de sus mayores (séculos ó viejo noble de la tribu). También fabrican con la leche manteca (ongunde), que purifican al fuego, y con la que se untan el cuerpo y cabeza.
Es muy notable el peñado de los hombres, que consiste en gran y tupido pelo como un moño en el alto de la cabeza, en forma de cuña en el cual introducen polvos de tacula mesclados con ongunde (manteca) ó con aceite de ónonmêqué¹. Utilizan enrollado en el cuello hiladas de cuentas de vidrio (missangas) de color azul, blanca ó ceninza a las cuales agriegan los más ricos, dongos ó kánhas-méras (botones fabricados de hueso ó conchas). Cubren sus brazos con aros de cobre y hierro y sobre la cintura, sujetan con muchas correas de cuero de elefante ó cordero, un lienzo ó pedazo de tela ordinária con que cubren su bajo vientre. Esto és en suma la vestimienta de un muquando en verano; cuando hace frio hechan un paño por los hombros, semejante a una capa. Sus armas son el arco y la frecha, la azagaia, lanza con haste larga y cuchillos que llevan colgando de una correa atada a la cintura.
En muy poco se distingue el peñado y el traje de las mujeres de los hombres. Dejan crescer el pelo solamente en el alto de la cabeza y el vecino á la nuca; en esta última parte colocan polvos de tacula bien aceitados y empastados; para mejor haceren sobresalir su elegante tocado atan en el alto de sus cabezas dos rodajas de paja cocida en espiral y todas estreladas de búcios y botones de cobre; en la frente dejan pender trenzas de paja ó de misssangas (cuentas de vidrio). Cubren su cuello con hiladas de missangas, cada una con más de cuatro polegadas de grossor, entremeadas de dongo ou kánha-méra en las más nobles ó ricas, y cubiertas de cuerdas en las mujeres que yá son madres..
Utilizan muchas correas, missangas y dongos en la cintura tudo muy bien entrelazado con la tal mescla de tácula y aceite; les pienden de las correas una piel de cabra, ó de ongiri (antilope) guarnecida de calabazas silvestres pequeñas, llenas de agujeros y conteniendo missangas ó piedrecillas.
No hay un unico muquando que presente malformaciones desde su nascimiento, la explicación és que matan los crios con malformaciones luego a seguir al parto.
Su alimiento és muy simples y la carne la comen sin sal ó cualquier condimiento y és su principal alimiento. Al daren muerte a alguna pieza de caza, elefante, bufalo, zebra ó antilope, lo reparten entre todos y se agrupan en pequeños grupos; hacen un pequeño agujero en el terreno, la cubren de leña y le prenden fuego; cuando creen que la tierra esta lo suficientemiente caliente, quitan todas las brazas y ceninza y colocan sobre el agujero hojas y sobre estas colocan la carne y luego la cubren con otras hojas y luego entierran todo colocando camadas de brazas y tierra; Así que jusgan que todo está bien cocido retiran todo y la comen. Estos muquandos soportan muy bién el hambre y la sed, tanto que no llevan nunca água en sus jornadas de caza o cuando se deslocan...
Hacen sus fiestas de cuando en cuando y tienen una danza muy particular a que llaman congo (destinada a los cazadores en tiempos de caza). Hombres y mujeres, estas con sus hijos sobre sus espaldas, van en rueda dando repetidas vueltas, cantando ó gritando, baten palmas y hacen una algarabiada infernal, animadas por el gúnda ( beberaje fermentado muy embriagante hecho de un zumo de gongo, fruta que se encuentra en las margens de los rios de esta zona).-
Son las mujeres que hacen las casas muy semejantes a un horno y se entra en ellas apenas de rodillas, por ser su apertura muy exigua. También son ellas que fabrican los balaios (cestillas de paja en roletes que unen cosiendo con agujas ó con hierrecillos aguzados).-

Musquisces- Parientes de los muquandos. Habitan los musquisces en los llanos de las montañas del Dombe y en el litoral sul-oeste de Angola, hasta cuasi Mossamedes y por el interior hasta cerca de Quilengues.
Los musquisces aunque parientes de los muquandos, son esclavisados ó muertos por aquellos, cuando se encuentran e por eso viven principalmente cerca del mar.
No posuen ni esclavos ni ganado y se visten como sus parientes del interior, pero al seren completamente pobres, usan menos missangas y ornamientos. También se untan con aceites y ónonmêqué¹ en que mesclan unas hierbas y plantas aromáticas e por eso su olor es menos repugnante que el de los muquandos.
De todas las razas de negros que habitan esta costa, estos son los más inofensivos. Muy simples por naturaleza, non solo no vienden a sus parientes, como lo hacen los muquandos, como también el crimen de muerte és raro entre ellos y se alguno comiete un crime, lo expulsan. Caminan armados con sus arcos y frechas y sí bién se sirven de ellos para herir algun animal, su modo más comun de cazar és hechar en las lagunas y nascientes, que vesitan los animales sedientos, ciertas hiebas que los mata instantaneamiente apenas beben água. Procieden de la misma manera para pescar y comen tanto de estos como de la carne envenenada, sin que les haga algun daño. De la cima de las rocas, empleando anzuelo y linea, que tecen con la cascara de ciertas arboles, pescan también pescado grueso como corbinas, chernes de gran tamaño, y "pungo" uno de los mayores peces de estes mares de Angola. Luego que pescan, abren el vientre al pescado y se obserban que está flaco, lo echan fuera, pues les gusta solamente los que estan gordos. Los asan como la carne, en arena caliente.
Las Padres para los hijos, los maridos para las mujeres, y estas para aquellos, se consideran con el derecho de no trabajar de ninguna forma, pues dicen que cada cual debe suprirse por sí mismo y sin aprovecharse del trabajo ajeno.
De este modo son los hijos alimentados hasta los tres años, como mucho, y entonces son abandonados a su suerte, comiendo raices y todo lo que consigan por sí solos. Un crio de siete años ya és un hábil pescador.
Este pueblo solo vive en las playas durante el verano, findo este se ponen a otro rumbo. Cuando muerre alguno, después de dar sepultura al cadaver, cambian de domicilio, indo fundar otro distante una ó dos millas. Este cambio és fácil, una vez que no posuen más propriedad que una estera de junco, un "balaio" ó cesta pequeña y una hoya de barro y, alguno ni esso...
Con pequeños palillos, troncos y ramas que los rios y la marea llena, larga sobre la orilla, tecen las mujeres con ello hasta la altura de dos o tres pies, paredes, y esto, sin más cobierta que el cielo, les sirbe de habitación. Estas habitaciones son construidas en semi-circulo y son tan pequeñas que dentro de ellas apenas caben cuatro ó seis personas acostadas.
Sí llueve durante la noche, procuran el abrigo de algun risco ó alguna cueva, que povoan esta costa, y sí el dia seguiente continua el mal tiempo ó sí és la estación de lluvias, se retiran al interior para dar caza á las zebras y antilopes, que entonces procuran en las llanuras de las montañas, convertidas en exuberantes y maravillosos prados.
Los muquisces caminan mucho y son perfectos corredores como perfectos galgos. Viven contentos con la vida errante y raros son los que se emplean en alguna hacienda agricola ó fatoria de colonos.
Libres e independientes, por carácter, no quieren humillarse ni siquiera á la propria tierra, dicen ellos; y esta és la razón que dan para no cultivaren, y van vagando por aí por tierras feraces.

¹Ónonmêqué- Fruto como una ciruela, amarilla, de gran semilla y pulpa fibrosa: semejante al cajá y hasta las hojas del arbusto son parecidas con el cajazero, diferindo apenas porque el cajazero és un arbol y aquel un arbusto espinoso. Este arbusto és muy abunddante en este distrito de Dombe Grande, en Caluquembe, Humbe y Quilengues. De la semilla se obtiene una almendra roliza de la cual los negros mondombes y otros, extraen un aceite semejante al de cacauhete en color y en consistencia parecido al de ricino y con el se untan la cabeza y cuerpo.-

In: " Almanach de Lembanças Luso-Brasileiro, año 1863" Escrito de: D.Leonor de Sousa e Almeida

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